La retroalimentación (flanger, wawas, distorsiones múltiples...) es una técnica utilizada en la música moderna para crear diferentes tipos de sensaciones auditivas. El mimetismo que experimenta actualmente la imagen en su relación con la música, hace que pueda adoptar formas menos definidas y conceptuales que interactuan mejor con el sonido.
Con la utilización de tres proyectores y una cámara dirigida hacia las tres pantallas creamos una retroalimentación visual. El efecto es parecido al que experimentamos al entrar en un ascensor con espejos reflejados: nuestra imagen se repite hasta el infinito. El espectador se convierte en parte de la obra creándola en tiempo real y divirtiéndose viéndose transformado y deformado por los efectos y colores de la instalación.